martes, 20 de septiembre de 2011

Telecinco acorrala

Jorge Javier Vázquez afirmaba durante la presentación de Acorralados que “el casting es brillante”. Y, tras ver la primera gala, todos podemos estar de acuerdo en que la calidad del casting brilla por su ausencia, algo a lo que Telecinco nos viene acostumbrando desde hace unos cuantos años. Superar el casting de OT2011, de Supervivientes 2009 y de varios Gran Hermano era un reto, pero Telecinco lo ha conseguido. El casting de Acorralados es el peor de todos, sin duda.

Además, escuchar al consejero delegado de Magnolia TV, productora del reality, decir que han buscado “a gente con muchas ganas de estar y de participar” huele a escusa barata. Señores de Magnolia TV y Telecinco, dejen de engañarnos. Acorralados no busca a famosos para que trabajen en una granja y cuiden animales. Acorralados busca a famosos que se insulten, se lancen amenazas, sean capaces de ducharse delante de una cámara, que acaben llenos de barro y plumas y que les disparen las audiencias. La cosa está complicada pero, ya se encargara de que este concurso, que bebe de La granja de los famosos de Antena 3, sea un éxito la madre de Aída Nízar, la mujer del fallecido Ángel Cristo, Bárbara Rey; el ex marido de Rocío Carrasco, Antonio David Flores; Leticia Sabater,  el atracador El Dioni, la actriz porno y acróbata vaginal Sonia Baby, una mujer llamada Regina Do Santos, Blanca de Borbón, hija de un bastardo real; y representantes de la propia cosecha de Telecinco: Nagore de GH, un tal Raúl Hidalgo, chico de Call TV, y Reche y Brenda de Mujeres, hombres y viceversa. Un casting brillante, desde luego.  

Los 12 concursantes de Acorralados

Durante 10 semanas, veremos de nuevo a Jorge Javier riéndose de los concursantes, provocándoles entre ellos y saltándose la norma de no dar información del exterior. Nada más empezar Vázquez le espetó a Blanca de Borbón: “Por aquí dicen que te pareces a Pocholo Martínez Bordiú” ¿Dónde quedan esas conexiones imparciales, objetivas, breves y precisas de Mercedes Milá y Jesús Vázquez? Al igual que en Supervivientes, la única nota de calidad a todo este circo se llama Raquel Sánchez Silva. Pero una sola rosa no embellece una pocilga. Cuatro se ha perdido a una de las mejores profesionales que tiene en este momento la televisión de nuestro país. Relegar a Silva de Pekín Express por Supervivientes y Acorralados es un error de los grandes, como cantaba Laura Pausini.

Sin embargo la oferta que propone la televisión es muy amplia y hay otras opciones a parte del show de Jorge Javier. Antena3 ofrece la segunda temporada de El barco con argumentos inverosímiles y escenas futuristas. Una mezcla imperfecta entre Lost y El Internado en la que se suceden misterios increíbles, conexiones entre los pasajeros, pasados ocultos, enfermedades que se propagan por el aire, peces mutantes y cuerpos desnudos. Lo único bueno de El barco es Ivan Massagué, Irene Montalá y Neus Sanz. Aún así, Mario Casas es un valor seguro y la serie tiene éxito. No obstante, Casas tiene la misma cara, los mismos ojos y los mismos músculos en todas las escenas. Nada nuevo bajo el sol. Otra opción fuerte en la noche del jueves es Cuéntame, que va por la decimotercera temporada y lejos de aburrir con sus historias, Inmanol Arias y compañía siguen dándole éxitos a TVE.

El morbo ganará de nuevo la partida y con toda seguridad Acorralados dominará la noche de los jueves. A TVE y Antena3 les ha salido un duro rival: el show fácil. Y como bien revelaron los datos de audiencia de la semana pasada, a ambas cadenas les hará falta algo más que chicos y chicas sin ropa para competir con Telecinco.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Baco

Giro la cabeza y sigues ahí. No te has marchado. Sigues como te dejé: entre las sabanas, sin palabras, sin respiración, sin ropa.

Pensaba que te ibas a marchar, que buscabas una noche directa y pasional. Pero tu mano se encontraba en mi cadera y tus labios en mi oreja y sentir de nuevo tu cálido aliento me hizo perder la conciencia. Se me aceleró el pulso, la adrenalina salió disparada y el vaivén de besos, caricias y movimientos me hizo morder el cielo.

Las yemas de tus dedos en mi espalda, tu grito ahogado en mi garganta y, mientras tanto, tus pupilas negras fundidas con las mías. Los juegos de palabras se sucedían, pero yo sólo recuerdo tu boca. Tus labios rojos, carnosos, intensos. Tú suspirabas, yo te miraba, tú me tocabas, yo volaba.

Exhaustos y agotados convertimos a la cama en confidente, tu pecho se volvió mi almohada y yo me hice parte de ti. Tu olor reside en mi piel, tu tacto sigue en mi interior y tu sabor mezclado con mi saliva. Algo mágico, algo etéreo. Ultra sensorial, más allá del viento y la gravedad. Y tú, sigues a mi lado.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Me tuve que marchar

Pobre de mí, qué tonto fui,
fui tan estúpido que te dejé partir.

Me engaño a mí mismo. Creía que tenía la valentía suficiente para enfrentarte, para librar la batalla definitiva: tus labios contra mis labios, tu pelo contra mi cara, mis ojos contra los tuyos. Pero no soy capaz de hacerlo. Soñé que tu mano me buscaba, que tu mirada me encontraba entre la multitud y que te acercabas hacía mí y me llevabas lejos.

Quería escapar contigo, huir de los focos y ser cómplices del viento. Imposible. Los focos te buscan, los flashes te persiguen, el viento me odia. Y no te escapas conmigo. Te escapas con el orgullo, con las rosas rojas y con las promesas rotas. Yo no te quiero para dos horas o tres semanas. Yo te quiero para siempre, para cada minuto y cada segundo.

Te dejo ir. No voy a buscarte. Abandono mis sueños, abandono mi valor. Rechazo tu boca, tu ropa y tu olor. No voy de tu mano y no me atrevo a quitarte el efímero placer que vas buscando. Yo no quiero destinos, yo busco infinitos.