viernes, 28 de octubre de 2011

Telecinco, patio de colegio

Telecinco se ha superado, una vez más. Si hace unos meses, Jorge Javier le decía a Aída Nízar en prime-time “hija de puta”, ahora esas palabras se quedan en nada si las comparamos con lo que sucedió ayer en Acorralados. Empujones, insultos, posturas sexuales y gritos hicieron que el reality de Telecinco consiguiera su máximo de espectadores, 2.731.000 concretamente, y un 18,1% de audiencia. Además, Resistiré, ¿vale?, programa presentado por Tania Llasera que sirve de epílogo a la gala de Acorralados, registró un 33,8% de audiencia con 1.124.000 telespectadores.  

Leticia Sabater y Yanire en actitud chulesca
El punto álgido de la noche llegó con la entrada a plató de la expulsada Leticia Sabater. Desde el primer momento, la presentadora de televisión iba con el objetivo oportunista de dar guerra, de criticar a sus compañeros y de asegurarse un Sálvame Deluxe o un Enemigos Íntimos. Y lo consiguió. Nada más empezar la entrevista, Sabater y Aída Nízar se enzarzaron en una pelea de gatas. La ex concursante de Gran Hermano le decía a Leticia “Estás más calva que El Dioni”, ambas se dedicaron actitudes chulescas y Yanire, hermana de Nagore, participante de Acorralados; se metió por medio y le propinó un amago de empujón a la rubia presentadora. Como era de esperar, Jorge Javier Vázquez expulsó del plató a Aída Nízar porqué “no es tu momento cada vez que entra un concursante expulsado” y a Yaniré por agredir a Leticia Sabater. ¿Tendría que haber echado también a la cantante del Leti-Rap por provocar? Lo dejo a vuestro juicio. No obstante, como expulsada tiene derecho a tener su correspondiente entrevista.

La decisión de J. J. Vázquez me pareció correcta. Si no sabes comportarte, si no sabes estar en un plató; fuera, a la calle. A mi juicio, es algo que deberían hacer en todos los programas de Telecinco puesto que este tipo de hechos, que tan asiduamente se repiten en la cadena, deben ser cortados de raíz. Pero, ante todo, la actitud de Jorge Javier fue loable, dado que el prestigio y la reputación del programa y de Telecinco, si es que todavía queda algo, están en juego. Sin embargo, el multipresentador de Mediaset fue más hipócrita que nunca al proclamar que está harto de las polémicas, los insultos y las escenas ordinarias que protagonizan concursantes, familiares y amigos. Que no nos engañe. La culpa de todo esto es de la propia cadena de televisión, que busca y propicia los enfrentamientos para ganar audiencia y dar que hablar. Además, se hizo evidente que las palabras de J. J. eran pura hipocresía cuando minutos después no reparó en entrar al juego de Leticia Sabater. La expulsada se tiró al suelo cual Sonia Monroy, arrastró con ella al presentador y haciendo una postura sexual dijo: “Aprende Reche, aprende”. Esta escena tan ridícula vino después de que Leticia se desabrochara su chaleco, mostrara un sujetador dorado y le dijera a Reche, concursante también de Acorralados: “Mira chavalito, este cuerpo no lo vas a tocar”. Y después J.J. se queja.

Brenda Cerdá, concursante de
Acorralados
Dejando de lado a Sabater, en todas las galas oímos el vocabulario machista, misógino y vulgar de El Dioni. Por poner un ejemplo, ayer el atracador le dijo a Blanca de Borbón que se tenía que lavar “la seta con jabón”. Otras perlas destacadas de la última gala fueron los insultos “pelandrusca” y “guarra” que se dedicaron Aída Nízar y Brenda Cerdá. Pero el asunto no termina aquí. En Resistiré ¿vale?, Brenda le espetó a la presentadora: “No pongas esas caras cuando ves mis fotos [eróticas], ni que tú no te hubieses comido una p**** en tu vida”. Llasera, tan profesional como siempre, sonrió en todo momento e hizo caso omiso de la acorralada y ex tronista de MHYV. La culpa es nuestra, de los telespectadores, que consumimos este tipo de espectáculo.

No obstante, la tónica del consumo televisivo de nuestro país está cambiando y la cadena de Mediaset se sentirá frustrada al ver como sus principales oponentes, Antena 3 y La1 de TVE, le han quitado el liderazgo: los lunes son de Águila Roja, los martes de Gran Hotel, los miércoles de Tú cara me suena, los jueves de Cuéntame, los viernes son de La hora de José Mota, los domingos de La Película de la semana de La1 y los sábados no hay liderazgo claro. La conclusión que debería extraer Telecinco es que el reino del show barato y cutre y de los gritos e insultos está llegando a su fin, al menos, hasta que regrese Gran Hermano.

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