Euro-chaka-chaka

A falta de dos semanas para la celebración y de pocos días para el inicio de los ensayos, Eurovisión este año viene cargado de pocas sorpresas, o eso parece. La falta de calidad en las canciones se hace patente ya que de cuarenta y tres composiciones, la mitad de ellas no cumplen las expectativas  para presentarse a un certamen musical. Así, los arreglos caseros y la falta de interés por llevar una candidatura seria predominan en la Europa del Este.

De ese modo, países acostumbrados a pasar a la final de Eurovisión verán también este año cumplido su objetivo, sin candidaturas merecedoras de ello. Es el caso de la madre patria rusa, Turquía, Georgia, Armenia, Ucrania y Albania, que llevan temas insulsos que servirán para aburrir al público europeo y dejarlo pasmado cuando escuchen “boom boom chaka chaka, your love is laka laka”. Destacar, además, la esperpéntica mezcla entre composición étnica y euro-hit que propone Grecia, lo que supone un horror y una ofensa al buen gusto. Aunque, eso sí, ¿qué sería de Grecia sin llevar un cuerpo atlético con bailarines semidesnudos? Ante todo, será el voto vecinal y la asignación arbitraria en las dos semifinales lo que les dé el ticket de oro a estos países.

Pero no todo es malo. En el otro extremo de la balanza, nos encontramos con canciones dignas de alabanza que llevan tras de sí un equipo de producción y promoción inmejorable. Van en cabeza tres de los cuatro países que se reincorporan este año a Eurovisión tras años de ausencia: Austria, con una cantante con porte seguro y coro góspel incluido, Hungría, en busca del dance cual Kate Ryan, e Italia, que destaca entre los cuarenta y tres países por su transgresión en cuanto a la estructura de la canción. Mencionar también rápidamente a Suecia y a Reino Unido, que apuestan por clichés masculinos, a Noruega, Suiza, Polonia, Eslovenia y Estonia, que envían voces femeninas con grandes voces y espectaculares puestas en escena, y Dinamarca y Azerbaiyán, que darán la campanada con canciones melódicas y pegadizas interpretadas por un grupo, en el caso escandinavo, y un dúo en el caso de la Tierra del Fuego.

Izquierda: Magdalena Tul (Polonia) Derecha: Getter Jaani (Estonia)

Poco que decir de la ganadora del año pasado, Lena, que repite candidatura pero no por ello victoria, y de la española Lucía Pérez, que llamará la atención por su vestuario y por la alegría que radica en Que me quiten lo bailao. Para finalizar, puestos a destacar a alguien, es el joven francés el favorito en todas las encuestas para llevarse el gato al agua el próximo 14 de mayo. Sin embargo, me declaro escéptico ante la posibilidad de que Europa vote masivamente una canción lírica en corso.

Nada más. No digo  mis favoritos, ni doy predicciones, es muy pronto.

Ignonimia

Que madure dice…

Las palabras te quedan grandes. El lenguaje te supera. Tu fría mirada te ridiculiza. Tus gestos son irrisorios. Y tú, sin embargo, te ves en términos de grandiosidad y perfección. Me tengo que reír.

Si consideras que mi forma de actuar, mis pensamientos y lo que hablo es infantil, que pervivo en la adolescencia y que soy un inmaduro, me da igual. Me produces indiferencia. ¿Qué persona en su sano juicio le diría todo eso a otra? ¿Un amigo? Permíteme dudarlo. Dices cosas sobre el mundo y la vida que no tienen sentido. Tu pensamiento está aún por desarrollarse. Tus comentarios acerca de los temas son irrisorios: si no sabes nada, cállate la boca porqué si no pones en evidencia tu carencia cerebral. Crees conocer todo y todo en tu boca es nada. No entiendes nada. Sólo sabes de superficialidades. Tu cabeza está apagada, causa quizás de las pocas luces de las que gozas.

La cara, fiel reflejo del alma. Totalmente cierto, sólo hay que verte para saber cuál es la viva imagen de la estupidez. Baja de tu mundo de Dutti, Gucci, Ray-Ban, iPhone y aterriza. Lo que tú consideras como modelo a seguir es totalmente erróneo. Deja de usar ese tono de voz sarcástico con tintes altaneros porqué, permíteme decírtelo y sí oféndete, no va contigo. Tú entiendes más de farándula que de política, sabes más de chulería que de cultura, estás al tanto de los demás para menospreciarlos y así considerarte superior a ellos. Discriminas, racista, a los que no visten, hablan, piensan y actúan como tú. Felicidades tú contribuyes a destruir el mundo con hipocresía y falsedad.

Me llamas adolescente y que tengo que crecer, entre otras cosas dudosamente éticas. No tengo más que decir. La gente es sabia y tendrá una opinión no favorable acerca de las personas como tú. Personas clasistas que se alimentan de comerse la mierda de su ombligo. Me río en tu cara de tu ignorancia. Cuidado con las palabras mayores si no quieres que la ignonimia que provocas se vuelva en tu contra. Sigue así, sigue haciendo el ridículo. Se te da francamente bien.

Laura

Traspasaste la vida y te alejaste de lo terrenal. Volaste y llegaste extrapolando tu libertad. Apostaste tus sentimientos, sabiendo que podías no ganar. Gritaste y soñaste que tú también podrías amar.

Te rebelaste contra todo. Daba igual si era él o ella, lo importante era arriesgar. Cruzaste la línea que separa deseo de realidad y sin pretenderlo la pasión surgió y te hizo estallar: practicaste el amor sin saber que estabas firmando un contrato contra tu corazón. Tu aire, tu risa, tu humor, se vieron envueltos en un pacto con clausulas de posesión, devastación y emociones que robaban tu energía, tu yo, tu satisfacción. Pero tú no te mientes, ni a ti ni a los demás y, robándote la vida tu amor, escribiste el punto y final sentenciando una condena y unas consecuencias que nunca pudiste imaginar.

Pero eres diferente. Eres extraterrenal. Eres Eros en el deseo carnal, Venus en el pasional, Cronos en el tiempo, Ares en la guerra, musa de los sentimientos. La batalla todavía estaba en píe y de reina de la victoria tú quisiste vencer. No hay pérdida sin triunfo ni lucha sin cobro. Eres la tierra que protege a sus nativos del huracán. Eres el viento y la tempestad que lucha por los suyos lejos de la tierra, pero cerca del mar. Desencadenas y evades, hacer ver la realidad. Eres los ojos de lo que nuestro corazón quiere hacer pero nuestra mente no deja ejercer.

Diana, Laura, Laurel. Contigo en tierra o mar siempre estaré.