sábado, 28 de mayo de 2011

Imagen rota a través del espejo

Caminando por la calle, giro mi vista a la derecha y la veo. Veo la imagen de mi cuerpo reflejado en un cristal. Es etérea, transparente y efímera. Efímera hasta que dé media vuelta, prosiga en mi camino y la vuelva a ver en mi habitación. Allí está: sola, voluptuosa, enorme, gigante, inmutable, no cambia, lleva varios años sin cambiar. Parece sucia, esperpéntica, deforme y abrupta.

Las gruesas líneas de mi imagen se hacen fuertes y vigorosas, cada vez que prestó toda mi atención en ellas. Claramente no soy James Dean, tampoco soy un prototipo a seguir y, por supuesto, no será por mi encanto físico por lo que consiga un puesto de trabajo. Podré llorar todo lo que quiera y podría marcar símiles de mi imagen con la de otros. Pero no voy a conseguir nada.

Estupidez el dejar de comer, estupidez devolver lo que ingerí, estupidez que empieza cuando los demás acaban. Las mofas, los chistes, las comparaciones, la profunda grieta que afecta el marco social causa estragos en las personas más débiles y susceptibles que lo conforman. En vez de ayudar y de ser tolerantes con la diferencia, con lo que no está pautado dentro del innecesario círculo, se ríen de los que no son como ellos, de los que no son perfectos en estilo, imagen y semejanza. Nadie dice nada, nadie defiende nada: contribuyen a la burla. Alimentan su patético ego.

Tampoco pienso hacer yo nada. Me sentaré, miraré el tiempo pasar y me alimentaré de la resignación que me caracteriza, al fin y al cabo, está todo perdido. No tengo fuerzas, no tengo ganas. ¿Qué tengo? No tengo aire, no tengo agua. Soy un ser formado por conciencia y pensamiento, que guarda en su interior una imagen rota de sí mismo vista a través de un espejo.

domingo, 15 de mayo de 2011

Eurovisión corre hacia el Este

Avise que no había que subestimarla y que era una potenciable ganadora. Y lo fue. El dúo azerí formado por Eldar & Nigar, en anglosajón Ell & Nikki, vencieron la 56 edición de Eurovisión con 221 puntos. Canción pura, clara y blanca, ‘Running scared’ (‘Corriendo asustado’) eclipsó a los favoritos de eurofans y casas de pago: Francia, Estonia, Reino Unido, Suecia y Hungría. A Irlanda no la nombro ya que nunca fue favorita, salvo los tres últimos días, y ayer se comprobó que el frikismo queda ya lejano, olvidado y relegado.

Ell & Nikki interpretando 'Running scard'
 
Azerbaiyán, que actuó en la posición número 19, venció por sorpresa de casi todos - mía no - y de José María Íñigo, quien no dejaba de repetir sandeces e incoherencias a lo largo de las votaciones. Hay que apuntar que La Tierra Del Fuego, nombre etimológico, buscaba el triunfo de Eurovisión desde al año de su debut en 2008. Y a la cuarta va la vencida, que no a la tercera como muchos diarios de tirada nacional dicen en sus páginas – infórmense mejor  que para algo es su labor - . Tras una octava, tercera y quinta plaza en los certámenes anteriores, Bakú acogerá, con toda certeza, la 57ª edición del festival de Eurovisión.

Como era obvio y de esperar, titulares sensacionalistas y absurdos acaparan las portadas de varios periódicos. Sí, Azerbaiyán es del este de Europa, está en el Cáucaso y limita con el Mar Caspio. Pero no ha ganado por sus vecinos. Hasta donde yo sé, llámenme cateto si lo ven oportuno, Azerbaiyán tiene tres vecinos: Rusia, Georgia y Armenia. Sin embargo, otros países más alejados votaron al dúo azerí: Malta le dio 12 puntos, San Marino, Rumania, Moldavia, Ucrania, Croacia 10 puntos y Austria, Estonia, Islandia, Lituania, entre otros, 8 puntos. ¿Son estos a caso sus vecinos? Azerbaiyán ganó porqué sin duda lo merecía. Es una canción con mucho impacto visual, el cual se vio reforzado por una espléndida lluvia de fuegos artificiales, si bien es cierto que el directo era flojo.

Batacazo y decepción de los máximos favoritos de esta edición, como era de esperar. Hungría, que se quedó en el puesto 22 con 53 puntos, salió a escena con voz regular, aburriendo hasta la saciedad. ¿Cómo se puede presentar una canción disco-dance y pasarse los tres minutos estática y rígida en el escenario? Además, la función de los tres bailarines, sigo sin entenderla. ¿Bailaron acaso? Asimismo, también se preveía la derrota de Francia: la canción se hizo larga y la cara insegura de ‘no estoy haciéndolo del todo bien’ del despeinado Amaury Vassili era un poema. Resultado: puesto 15 con 88 puntos. Y qué decir de los Blue de Reino Unido, que se quedaron con 100 puntos en onceava posición. Acortando: el directo fue pésimo. Tantos años separados para juntarse para Eurovisión pasa factura y es que las voces no estaban del todo empastadas. El momento en el que el rubiales hacía los agudos, los oídos y el corazón se encogían de escuchar semejante chirrido y cacareo.

Caso excepcional fue Eric Saade de Suecia, que hizo una actuación francamente genial, lo que le valió de un honroso 3er puesto y Getter Jaani de Estonia con su desconcertante posición 24. Quizás el actuar rodeada de favoritos hizo sombra a su actuación de ‘Rockefeller street’, a la que yo daba por ganadora por su frescura, originalidad escénica y porqué su tema podría estar sonando perfectamente en cualquier emisora radiofónica.

Otras anotaciones que me resultan curiosas: Italia quedó en 2 ª posición por la calidad de la canción y por elogiar a la RAI, evitando así que ésta se retire de nuevo del certamen. Ucrania, con un canción sinsentido, boba, facilona y no merecedora de la cuarta plaza final, se vio favorecida por salir de las últimas en actuar y por su innovadora puesta en escena, sino no se encuentra explicación a tan alta posición. Esperpéntico el resultado de Grecia, Moldavia y Georgia, que envíen lo que envíen son TOP-10. ¿Son estas canciones mejores que las de Austria, Suiza, Eslovenia, Serbia y Estonia? Lo dudo. Como siempre y por mucho jurado profesional que se ponga por en medio, el ‘vecinismo’ ayuda a algunos países a conseguir buenas posiciones con malas canciones, aunque no fue el caso ayer de la madre patria Rusia que quedó dieciseisava.

Y sobre España decir que el resultado final era del todo predecible: 50 puntos para una irrisoria 23ª posición. La insulsa, ridícula y básica canción no favorecía  a la potente voz de Lucía Pérez, que con cualquier otra canción hubiera hecho mejor papel. A fin de cuentas, la gallega  se ha recorrido Europa, ha conseguido un contrato con Warner Music, ha ocupado páginas de revistas, diarios y webs y ha obtenido una promoción que cualquier artista desearía tener.

Nada más, corto y cambio el tema festivalero. Nos vemos en Bakú en  2012.

viernes, 13 de mayo de 2011

Eurovisión en horas bajas

Pocas sorpresas nos dejó la Segunda Semifinal de Eurovisión, porqué el no pase de la ganadora de 1998, Dana International, estaba claro sobre todo tras ver su espantoso directo. Caso aparte es la clasificación de Moldavia, que presente lo que presente suele estar generalmente en la final, e Irlanda, donde ha triunfado la buscada descoordinación y la desmesurada energía de los gemelas Jedward.

Por comentar brevemente las canciones del Big Five, que aún no lo he hecho: Sigo con mi teoría de que por muy favorita que sea la canción lírica de Francia, ‘Sognu’ (‘Sueño’) interpretada por Amaury Vassili, dudo que el público europeo se decante por gastar su dinero votando a este tipo de canción, teniendo otras más afines a sus gustos modernos y machacones.

Ovación que recibirá la delegación de Italia tras su vuelta al festival tras 14 años de ausencia. Rafael Gualazzi presenta ‘Madness of love’ (‘Locura de amor’), una canción típica del país del arte por antonomasia, que me resulta cargante, repetitiva y discordante para Eurovisión.

Reino Unido, que apuesta fuerte de la mano de Blue y su ‘I can’ (‘Puedo’), parte con ventaja dado que la boyband es muy conocida a nivel europeo. Sin embargo, no descarto porrazo a los guaperas cuya afinación en directo se pone en tela de juicio, al igual que su vestuario.

La expectación de la noche corre a cargo de la anterior ganadora y la anfitriona, Alemania. Lena, que junto con sus bailarinas-espermatozoide, interpretará ‘Taken by a strenger’ (‘Capturada por un desconocido’) dando la nota de transgresión e innovación en cuento a canción, sobriedad y puesta en escena.

Por último, España, relegada a los últimos puestos en todas las apuestas de pago y convencionales, en las que ni nos ponen en la propia final, hará todo lo que está en su mano. Sin embargo, al igual que ha pasado con Israel, Armenia y Noruega: si la canción es un fiasco y un bodrio, el resultado es el mismo. Eso sí, un diez por Lucía Pérez que es la representante que toda nación quisiera tener: acude a todos los actos, a los que está obligada y a los que no, es muy simpática y condescendiente con la prensa y muy agradable con los fans.

Arriba los paises de la 2.ª Semifinal que lograron su pase a la Final

Se presenta así la final de Eurovisión menos clara de los últimos años: muchos favoritos, Suecia, Estonia, Hungría, Francia y Reino Unido, y también muchas canciones de relleno que han conseguido colarse como Finlandia, Lituania, Islandia, Ucrania, las ya citadas Moldavia e Irlanda, Georgia y Rumanía. A mi parecer la cosa se pone interesante a partir de la actuación número cinco que llegará de la mano de la húngara Kati Wolf y ‘What about my dreams?’ para flojear de nuevo tras la canción de AzerbaiyánRunning scared’, interpretada por Ell & Nikki en el decimonoveno puesto.  Principio y final del festival carente de calidad y buenos temas, salvo excepciones claro está.

Me resulta complicado predecir quién ganará este año. Apostaría a que las claras favoritas, como las ya nombradas, se quedarán luchando por los diez primeros puestos pero no ganarán. Aunque a Estonia la veo diferente. A Getter Jaani la visualizo recogiendo a las doce y media de la noche el trofeo como vencedora de la 56 edición de Eurovisión. No obstante, países silenciosos que han brillado en las semifinales darán la sorpresa y podrían incluso ganar. Dichas canciones potenciables a la victoria son Azerbaiyán, Bosnia-Herzegovina y, en menor medida, Suiza. Tampoco pasemos por alto a Grecia, Rusia y Serbia, que como grandes patrias del Mediterráneo, del Este y de los Balcanes respectivamente, estarán en los primeros puestos de la tabla.

Ante todo, como fanático de este certamen, me siento satisfecho al comprobar que la justicia y la calidad han primado a la hora de elegir la mayoría de las canciones que han logrado su pase a la Final en estas dos semifinales. Europa le debía una final a Suiza, tras cinco años sin éxitos, a Austria, que desde 2004 no pisa la final del sábado y a Hungría y a Eslovenia, que desde hace cuatro años no están en el gran evento del sábado.  También resulta satisfactorio que Turquía no esté en la final del sábado tras 35 años, al igual que Armenia, Noruega e Israel. Y es que, ya lo he dicho, cuando una canción no vale y por muchos artilugios, contorsionistas y vestidos de Jean Paul Gaultier que se utilicen para disfrazar la mediocridad que hay en ella, es imposible engañar a los oyentes y al jurado. Cada uno tiene lo que se merece.

Disfrutemos del certamen europeo más esperado de todos los años y del tercero del mundo que causa más expectación y fervor.

lunes, 9 de mayo de 2011

Así queda la Semifinal 1 (Martes 10)

Quedan escasos cinco días para la final de Eurovisión y mañana mismo tiene lugar a las 21:00h CET la primera semifinal de Eurovisión en la que España DEBE votar y emitir. Veremos… Para mis oídos y mis ojos resulta más llamativa y atractiva la primera semifinal puesto que, bajo mi humilde opinión en la segunda el pescado está más que vendido. Dije que apostaría y daría predicción y a eso voy.

Polonia: la espigadísima Magdalena Tul ofrece pasos imposibles y melodía pegadiza a ritmo de ‘Jestem’ (Soy yo en castellano, cual Marta Sánchez). El vestuario, blanco con incrustaciones de perlas por doquier y hombreras, no le es muy favorecedor que digamos. Su directo es implacable y demuestra una voz que no se hunde a través de una coreografía nada estática, aunque los estribillos no los cante enteros y se los deje al coro para no ahogarse. Polonia este año es una de mis debilidades, he de admitirlo.

Noruega: el ‘Waka, waka’ eurovisivo viene de la mano de Stella Mwangi, mujer de raíces africanas, y ‘Haba haba’ (‘Poco a poco’). A ritmo de caderas, tacones y vestidos rojos y naranjas Noruega se abre paso a la final del sábado y es que la canción de cortes similares a los de ‘Que me quiten…’ en cuanto a vitalidad y frescura es de un pegadizo asombroso. Así, la canción no demuestra ninguna complejidad vocal con lo que Stella lo tiene más que fácil, además de que es una de las más simpáticas con la prensa acreditada, que eso ya es de aplaudir.

Albania: la voz por antonomasia viene de la mano de Aurela Gaçe y ‘Feel the passion’ (‘Siente la pasión) una alegoría al lema de este año de Eurovisión: Feel your heart beat! Para mi gusto los agudos y la personalidad de la cantante del pelo rojo, que lucirá un vestido color melocotón con intentos de alas de águila, lo tiene difícil para pasar a la final del sábado pero los jurados están ahí para algo. A mí me resulta más de lo mismo y muy cargante.

Armenia: Sin duda los pocos resquicios que le quedan a Eurovisión de las divas de minifalda y ventilador representados este año con Emmy y “Boom boom” (sí, sí, esa cuya letra profunda dice: Boom boom, chacka chaka/your kiss is laka’ laka’). Ya no es porqué sea del Cáucaso y todos, repito todos sus “aliados” – Georgia, Rusia, Turquía y Azerbaiyán a medias – estén en la misma semifinal, sino porqué el original show basado en el boxeo que hace Emmy es digno del gold ticket entre tanta simpleza y mediocridad en las puestas en escena.

Turquía: cinco de cuatro años Turquía presenta lo mismo pero que le suele funcionar y dar grandes posiciones en la final de Eurovisión. Tema rock con poco más que decir es lo que presenta Yüksek Sadakat con ‘Live it up’ (‘Vívelo intensamente’). Por supuesto Turquía estará en la final del sábado aunque a muchos nos disguste por no aportar nada de nada.

Serbia: Vuelven los 60 con Nina y ‘Caroban’ (‘Mágico’ en serbio) que merece un pase a la final sin dudarlo. La originalidad y la vuelta a tiempos pasados de la candidatura serbia son formidables. Su composición alegre y su transgresión deberían premiarse en un tiempo en el que los países se conforman con llevar cualquier descarte de canción de feria. Una joya de canción a la que el público no le suele hacer mucho caso pero yo creo que su ticket dorado está más que cantado.

Rusia: Copy and paste de la candidatura sueca es este rubiales ruso llamado Alex Vorobyov que con zapatillas que brillan y leds en la ropa darán el pase a la madre patria rusa a la final del sábado. ‘Get you’ (‘Conseguirte’) compuesta por RedOne es una canción segura que verá en la soberbia y el atractivo del cantante sobre el escenario decenas de votos provenientes del fervor adolescente.

Suiza: Tras años de ausencia y sin pasar a la final, Suiza merece actuar el día 14 para toda Europa. La sencillez y la candidez de Anna Rossinelli y su dulzón ‘In love for a while’ (‘Enamorada por un momento’) consiguen enamorar a la cámara y, esperamos que tenga suerte, a los jurados y al público europeo. Sin embargo, le ha tocado una Semifinal con contrincantes duros y puede que la delegación suiza regrese una vez más con las manos vacías a su país.

Georgia: La pesadilla de los gritos y el rock oscuro vienen de la mano del grupo Eldrine y ‘One more day’ (‘Un día más’), cuyos LEDS son los más impactantes y conseguidos de las 43 canciones de Eurovisión. Sin embargo, estas canciones son peligrosas pues los referentes Lordi y  maNga están ahí y como ya se sabe las comparaciones son odiosas y la vocal del conjunto no hace otra cosa que no sea disparar agudos a diestro y siniestro. País del Cáucaso que contará con el beneplácito de sus amigos. Final asegurado con poco merecimiento.

Finlandia, Malta y San Marino y tiro porqué me toca. Delegaciones que volverán a sus países terminada la Semifinal dado que las composiciones que presentan resultan aburridas, estáticas y estridentes y esperpénticas, en el caso del maltés. Ni público ni jurado verán captado su atención por las candidaturas que nos atañen.

Croacia o cómo unir a Marie N (Letonia 2002) y a transformistas varias que han pasado por el festival. Hasta un total de tres cambios de ropa realizará Daria con ‘Celebrate’ (‘Celebra’), que contará con un DJ que no encuentra su sitio en el escenario y que va dando tumbos de aquí para allá, asustando a las estáticas cuatro coristas que hacen de la movida canción croata, una más entre el montón. Otro año más de sequía para Croacia. Eso sí, es la primera vez que se usará la pasarela y la plataforma “satélite” en Eurovisión.

Islandia: Sigurjon’s friends y ‘Coming home’ (‘Volver a casa’) intentarán recordar al fallecido Sigurjon Brink compositor de la canción, que fue quien se presentó a la selección islandesa con esta canción. No obstante, el cantante falleció y fueron sus amigos los que siguieron adelante con la candidatura, logrando ganar la final nacional consiguiendo así su pase al evento europeo. Una canción positiva que pasará desapercibida entre tanta canción pegadiza y hit rockero.

Hungría: favorita de eurofans con canción de típica diva de Eurovisión viene Kati Wolf, salida del Factor X húngaro, con ‘What about my dreams’ (‘¿Qué hay de mis sueños?’). Tan altas expectativas no podrían ser buenas y así parece ser. Vestida de azul, con dos coristas en un segundo plano y tres bailarines que más bien parecen maniquís, Katy Wolf cogerá el testigo de Kate Ryan (Bélgica 2005) y quizás no actúe en la final del sábado. Canción de discoteca a ritmo de caderas, Katy Wolf se mantiene quieta durante toda la canción en el centro del escenario excepto los últimos treinta segundos cuando realiza un paseíllo a lo torero español. Dudoso pase a la final éste, el de la delegación húngara.

Innombrable Portugal este año tras tres candidaturas anteriores con merecidos pases a la final y, aún así, mal tratadas con posiciones mediocres en la tabla final. Himno patriótico en contra del malestar social, los portugueses verán su ‘A luta è alegría’ (‘La lucha es alegría’) frustrado sin opciones al sábado 14. Caso parecido el de Lituania con Evelina Sasenko y su canción Disney ‘C’est ma vie’ (‘Es mi vida’) que probablemente no pasará a la final con un directo impresionable donde demuestra su tesitura y tonalidad perfecta.

Favorito estos días es el dúo de Azerbaiyán Ell & Nikki con ‘Running scared’ (‘Huyendo con miedo’). Balada en R&B con una preciosa puesta en escena, será probablemente la canción vencedora de esta primera semifinal con muchas posibilidades de triunfo la final del próximo sábado. Y, por último, Grecia que trae al ganador de su primera edición de Factor X: Loukas Giorgias & Stereo Mike con ‘Watch my dance’ (‘Mira mi baile’). Esperpento de la delegación griega que mezcla folklore con hip hop provocando en nuestros oídos horror y estruendos. Sin embargo, se prosigue la estela de llevar a caras bonitas y cuerpos atléticos acompañados de bailarines que rebozan esteroides. Ante todo, la delegación helena pasará a la gran final puesto que a los jurados los toques étnicos les apasionan.

Así quedan las cosas: Noruega, Albania, Armenia, Turquía, Serbia, Rusia, Georgia, Azerbaiyán y Grecia estarán seguro en la Gran Final. El décimo pase no lo tengo claro. Tengo dudas entre Suiza, Polonia y Hungría. Europa le debe una final desde años a SUIZA, POLONIA, HUNGRÍA y AUSTRIA. Veremos que pasa…

La edad de las flores (desigual)

Tienen edades diferentes y conocieron tiempos distintos pero nadie es capaz de cortar el lazo que las une. Allí, en ese pequeño jardín repleto de flores, de naturaleza efímera que va y que viene, se encuentran dos generaciones unidas, un siglo aunado en dos vidas con miles de historias que contar. En sus rostros se refleja alegría y complicidad: se funden la una con la otra. La mujer le cuenta a la joven niña que tiene aún el mundo por descubrir. Ésta, atenta a todo lo que le dice, descubre en el tono de voz de la señora que ha vivido con fuerza, a todo pulmón, que ha sentido todo lo que ha hecho, que ha actuado de fe, que ha disfrutado de la vida y que ahora le toca a ella. La niña escucha y siente paz, siente como unas alas la protegen del dolor y la alivian, se siente segura, se siente capaz de caminar, de almacenar recuerdos que compartir con la anciana para así volver a hacerle sentir la pasión con la que hace mucho tiempo vivió. “Vuela niña, vuela como aquel pájaro que se acaba de escapar de tus manos. Florece niña, florece como la más roja flor que jamás se postre entre tus labios”. Abuela y nieta se funden en un cálido abrazo.

Cima piadosa (cúspide)

Necesitaba alejarse del mundo, subir a la cima del mismo y tomar aire puro. Tenía que pensar, sopesar la situación. ¿Qué debía hacer ahora? Se sentía sola, hundida, pero no podía dejar de aferrarse al pasado. Desde allí arriba controlaba toda la ciudad, veía sus movimientos y con lágrimas en los ojos empezaba a resignarse. Debía aceptar la realidad: su viaje juntos terminó, era el momento de embarcar sola, sin él. Pero era inevitable, la pasión le desbordaba el corazón y su ansia por yacer con su amado crecía por momentos. Quería reencontrarse con él, volver a estar entre sus brazos, entrelazar sus dedos por su cabello. Necesitaba respirar el olor de su cuerpo, tomarle la mano. Cual anacoreta, se rendía a la soledad para pagar la penitencia de haberse entregado por completo a él. Sin embargo, lo veía desde la lejanía y quería cuidarlo, correr hacia él para besarlo de nuevo. Bañada en lágrimas y tristeza, se veía incapaz de olvidar el aroma de la piel de su amado y sus ojos negros. Ahora, desde la cima de la ciudad sólo veía una solución, tenía que dejar de sufrir. Se disponía a enterrar su dolor, descansaría sobre las rocas. Allí, en la cima silenciosa, indulgente, piadosa.

Amor, pasión (atávico)

Por él se han destruido imperios, se han quebrado naciones pero también han nacido reinos y se han creado héroes y mitos. Ya lo prodigaban Romeo y Julieta y Tristán e Isolda en la literatura, aunque a causa de él tuvieron que pasar por infinitud de riesgos y tempestades. Pero el amor es eso: luchar por lo que uno más quiere. Esa lucha traspasó fronteras divinas e hizo enfrentarse a dioses de la mitología clásica por un amor que acabó en lujuria. El amor y las sensaciones y emociones que produce son necesarias para el ser humano y forman parte intrínseca de él. La unión amorosa entre personas se produce desde el principio de los tiempos: reyes, príncipes y condes han sido partícipes de la más bella costumbre que posee el ser humano, amar y ser amado. No obstante, abusar del amor y la seducción para fines egoístas y ambiciosos puede pasar factura, como bien le sucedió a la espía parisina Mata-Hari y a Cleopatra, amantes ambas ante todo. Tras tiempos remotos y arcaicos, el amor sigue vigente en nuestras vidas: un sentimiento inabarcable, supremo y compartido por todas las personas. La más bella tradición común en todos: la pasión.