lunes, 9 de mayo de 2011

Amor, pasión (atávico)

Por él se han destruido imperios, se han quebrado naciones pero también han nacido reinos y se han creado héroes y mitos. Ya lo prodigaban Romeo y Julieta y Tristán e Isolda en la literatura, aunque a causa de él tuvieron que pasar por infinitud de riesgos y tempestades. Pero el amor es eso: luchar por lo que uno más quiere. Esa lucha traspasó fronteras divinas e hizo enfrentarse a dioses de la mitología clásica por un amor que acabó en lujuria. El amor y las sensaciones y emociones que produce son necesarias para el ser humano y forman parte intrínseca de él. La unión amorosa entre personas se produce desde el principio de los tiempos: reyes, príncipes y condes han sido partícipes de la más bella costumbre que posee el ser humano, amar y ser amado. No obstante, abusar del amor y la seducción para fines egoístas y ambiciosos puede pasar factura, como bien le sucedió a la espía parisina Mata-Hari y a Cleopatra, amantes ambas ante todo. Tras tiempos remotos y arcaicos, el amor sigue vigente en nuestras vidas: un sentimiento inabarcable, supremo y compartido por todas las personas. La más bella tradición común en todos: la pasión.

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